El fin de semana no empezo soleado en Ciampino. Por la manana me desperte tarde (la noche anterior habiamos ido a tomar algo a un pub cerca de casa) y jugue un rato con las ninas.
Por la tarde, sobre las 4 salimos de casa direccion Calcata, un pequeno pueblo que se situa a unos 60 km. de Roma hacia el norte. Cuarenta minutos en coche y llegamos a nuestro destino. La primera imagen del pueblo fue espectacular. El pueblo se veia elevado sobre piedras, algunas de las terrazas de las casas tenian bajo sus pies acantilados que cortaban la respiracion. Las montanas bailaban alrededor verdes y llenas de naturaleza. Magnifico. Paseamos por el pueblo y sus casas viejas y sus gentes te decian con cada murmullo que eso era Italia. Cada esquina merecia una foto, cada gato en una escalera, cada perro tirado en el suelo, cada terraza abierta a un precipicio subrealista. Justo en el medio del pueblo, se hallaba una plaza y unas cuantas decenas de personas muy bien vestidas, por lo que adivinamos que se trataba de una boda y estaban esperando a los reyes de la ceremonia. Las ninas vestidas de blanco con flores corrian de un lado para otro deshaciendo los peinados que tanto habian costado perfeccionar. De pronto, barullo, y llegan los novios cogidos de la mano. Ella radiante, con un vestido lila largo y un ramo de flores en la mano. El feliz, con un traje sencillo, la mira y sonrie. Y nosotros, alli sentados mirando la escena como si alguien nos hubiera invitado a aquel enlace.
Salimos del pueblo y montamos de nuevo en el coche. Pues, no era aquello lo que habiamos venido a ver.
Aparcamos "la maquina" entre los arboles (donde nos indico un muchachito) y caminos por un camino de tierra hasta llegar a una senal donde se podia leer "Museo di arte nella natura". Habiamos llegado. Se celebraba la inaguracion de varias nuevas obras a la coleccion y habia espectaculos y musica. Nunca habia estado en un museo parecido a aquel. Las obras de arte se encontraban en el medio del bosque. Un grupo bastante numeroso de personas caminaba a traves de un sendero e iban senalando las diferentes obras que descubrian. Palos y troncos que parecian barcos, piedras que caian como si fuera una cascada de agua, cuevas con dibujos... Una mujer vestida de rojo que se movia muy despacio y se quitaba un hilo rojo de la boca, un hilo muy largo del que poco a poco iba tirando. Una chica entre cuatro troncos, pintada de verde grisaceo que se movia lentamente y abrazaba los arboles, desnuda excepto por una pequena braguita tambien pintada. Era maravilloso. Una armonia perfecta con la naturaleza. Se respira aire puro. Al final del trayecto, 4 mujeres, 2 hombres y 2 musicos nos deleitaron con canciones y una pequena obra de teatro en italiano. Aplausos de la gente contenta por estar alli y aperitivos. Habian preparado una cena para todos los invitados: jamon, queso, pan, tomate, carne de cerdo, fruta y chocolate. Las ninas y yo nos sentamos en unas gradas naturales y comimos hasta que empezamos a notar como la lluvia empezaba a caer sobre nuestras cabezas. Ya era de noche. La gente, la musica, la hoguera, el humo... una vision preciosa para acabar con aquel bonito dia entre la "natura".
Hoy, Ciampino vuelve a estar nublado, y las nubes gritan que explotaras a llover de un momento a otro.
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